Soneto.-
No ceso de probarme en las alturas
domando la razón de mi talento,
ni paro de pegarme contra el viento
tras la pista de nuevas aventuras.
Sin querer relegar mis ataduras
presa de no caer en el intento,
puede que sea víctima de un cuento
y no quiera afrontar mis amarguras.
Porque si pretendiera ser inmune
al amor como el líder de mis miedos
en esta vida harta de sorpresas,
mejor fuera que pronto me vacune
a la sombra de todos los enredos
contra la mayoría de promesas.
|