Soneto Cautivo.-
Somos todos iguales
delante de la ley nos dice el dicho,
y ojalá no te veas en el nicho
pensando que los jueces son también criminales.
Tal vez nos comportemos así como animales
imitando a cualquier peludo bicho,
pues que llevando a cabo su capricho
termine con sus males.
Pero maldita sea la fortuna
de quienes corrompen sin escrúpulos a letrados
ofreciendo favores y prebendas,
contra lo cual amigo ni el papa se vacuna
puesto que perdonando sus pecados
al cielo van pagando sus bulas estupendas.-
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