Soneto.-
Siento tanto la falta de tu amor,
que si pudieran nuestros corazones
hacerse eco veraz de sus pasiones,
no huirían de su pasto abrasador
Pues de tanto regar la misma flor
los cuidados se vuelven adiciones,
cuando mostrar piadosas intenciones
tanto me cuesta ser un buen actor.
Quizás sea tan grande la congoja
que de piedra se ha vuelto toda mi alma
dejando sin valor ya la existencia,
al ver como esa flor se nos deshoja
haciéndonos perder la menor calma
y sin darnos ninguna providencia.
|