Si a Dios vuelves la mirada
tu amor tendrás que brindarle
pues con la boca callada
harás bien en admirarle.
Si a Dios vuelves la mirada
fácil que seas creyente,
y al sentirte respetada
también te haces la valiente.
Porque así te corresponda
tu amor tendrás que brindarle,
si no se te arma la monda
y tendrás que criticarle
No seas niña mimada
tal que fueras un florero,
pues con la boca callada
poco se te ve el sombrero.
Nunca pagues adelantos
con la intención de agraciarle,
pues como hicieron los santos
harás bien en admirarle.
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