Soneto Blanco.-
Seguro quedaría sorprendido
si me viera en la boca del infierno,
de repente y de buenas a primeras
sin sentido a pagar por mis pecados.
Igual soy a propósito culpable
y libre los cometo por narices,
logrando beneficios a lo tonto
que jamás con el pueblo los comparta.
Si nunca me planteo mi futuro
tratando de vivir en el presente,
dudo que el cielo al fin me preocupe
sin amasar insólitas fortunas,
de las que tanto disfrutara a tope
que por mi piel las células levitan.
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