CUANDO EL DUENDE.
Cuando el duende no va de vacaciones
el ego por las nubes deambula,
y quien sabe si mieses eyacula
que del cielo recibe bendiciones.
Pues si el diablo te pisa los talones
tus neuronas al paso igual anula,
tratando de pagar alguna gula
por si ocultar pudiera sus marrones.
Por eso a solas tú te las compones
mientras tanto el criterio que circula
envuelto nunca vienen entre algodones,
quizás porque a propósito furula
dispuesto a organizar suplantaciones
de forma prepotente y siempre chula.-
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