Saber hacerse a la mar,
timón y remo controlado,
y dejar en lugar seguro,
la barca en horas de descanso.
Ahora que aprendo a valorar,
los matices de la penumbra,
ser parte de ese entorno mágico,
cuando soy capaz de ofrecerte,
la suavidad y el encanto.
Es ahora cuando ya no hay espera,
ahora todo es llegada, embeleso,
seducción, juego de vivir,
disfrutar de tu bienestar avistado.
Ahora que la importante no soy yo,
ahora que solo me importa,
que nunca te falte un abrazo,
aunque yo no te lo haya dado.
Lo que vale, es ver feliz,
a quien quieres,
y alegrarse cuando sabes,
que de verdad se siente amado.
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