La muerte me sale al encuentro,
cuando menos lo esperaba,
no quiero escaparme de ella,
al saber que no soy amada.
Un día quedará la ropa tendida,
una esquela será recordada,
pero pasara el tiempo,
y no habrá día señalado,
para mi nunca hubo nada.
Enterraran quizás, mi cuerpo,
mientras mi alma volaba,
seguirá flotando en tu mente,
esa noche cuando lloraba.
Ahora me pierdo desolada,
en el tumulto de mis ansiedades,
la arena y el mar son mi refugio,
mi sed, la calma, lágrima salada.
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