SONETO.-
Si en familia, al amigo convertimos
será porque también sin condiciones
en las manos tenemos mil razones
que al disfrutarlas siempre compartimos.
Y por eso sin ton ni son reímos
regalándonos siempre bendiciones,
quizás porque rimando, nuestros dones
al leernos, de la risa nos partimos.
Ojalá que jamás los huracanes,
ni Dios lo quiera más, los terremotos
de la cara nos borre la sonrisa,
haciéndonos andar como patanes
viendo como temibles alborotos
nos amargan la vida de esta guisa.-
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