Soneto.-

En los embates ciegos del amor
justa correspondencia se requiere,
y si no que se aguante y nunca espere
quien de un halago busca sin pudor.

Al altar me llevaron sin calor,
quiz�s porque mi origen berebere
enton� sin malicia un miserere,
ocultando su tono seductor.

Qui�n dir�a que Ad�n march� con Eva
sin que nadie firmase un buen contrato
a disfrutar las mieles del placer,

pues ojal� me caiga a m� esa breva,
recibir de mayor un tierno trato
que me deje sus pieles relamer.

Luis Pérez