SONETO.-
Porque dormir no duermo satisfecho,
divagando me quiebro la cabeza
y aunque a diario me vence la pereza,
por no desfallecer, me rompo el pecho.
Y es que al dormirme miro siempre al techo,
no porque tema ver cualquier rareza,
sino porque temiendo a la pobreza
muy seguro no tengo el pan, de hecho.
Que difícil nos ponen hoy las cosas
al sembrar de conflictos el ambiente
con violencia por todos los rincones,
que las palabras suenan horrorosas
cuando veneno llevan de repente
suscritas por políticos bribones.-
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