Soneto.-
Cantidad de lamentos y clamores
en tu tripa agitada se remueven,
las mismas voces son las que te llueven
merodeando siempre tus albores.
La libertad no asiste tus rencores
detrás de las cortinas que se mueven,
y aunque los mil demonios se subleven
nunca sofocarán tus resquemores.
Pero tras los tejados se enmascara
una profunda soledad psicótica
difícil de soltar de sus cadenas,
que cuando no le esperas se dispara
mostrando su veneno de narcótica
como la sangre corre por tus venas.
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