Soneto Cautivo.-
Un hombre pesimista
por más que venda flores se deprime,
pues aunque un millonario se le arrime
que nadie ya lo dude si se muestra alarmista.
Y puede que ni muerto se le verá optimista,
a no ser que a propósito así estime
que su bella mujer vaya y le time,
borracho en la autopista.
Que de ingenuos está repleto el mundo
si otra forma de vida nunca jamás esperan
que cerca de sus casas se produzca,
pues grande es la presión y el tedio muy profundo
seguro para aquellos que no quieran
que la vida en placer también hoy se traduzca.
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