Dime en dónde estás, pensamiento,
cuando en las noches el cansancio me vence;
dime si tú duermes o vigilas inquieto,
si acaso vagas y nada entonces comprendes.
Dime cómo te las ingenias, pensamiento,
cuando hacia mí llega el enojo,
dime cómo fluyes para decir lo que siento,
enséñame tus secretos, sin cerrojos.
Dime en qué piensas, pensamiento,
cuando me ves tan pensativo,
porque yo tengo el presentimiento
de que no eres muy comunicativo.
Dime todo eso y algo más, pensamiento,
cuéntame tu vida en una poesía,
platícame tan sólo un momento,
dime si existes o eres simplemente fantasía.
|