Te quiero tejer de seda
pedazos de un corazón,
el viento de una ladera
y el canto de mi pasión.
Mi chata, cosita linda
muñeca de ensoñación
te quiero por consentida
y doy gustoso la vida
en tus noches y arreboles
en las lunas y tus soles
y canto de mil amores
de bajada o de subida
la pasión de mis dolores,
pues siembro quinientas flores
en tus hombros relucientes
y palpo tus manos dulces
al sentir sus suaves roces.
¿Sabes? Bien me conoces,
me inquieta verte doliente
o pensativa, sin sueño,
con la mirada lejana
y me gusta ser el dueño
de tu sonrisa profana.
Besar tus labios lozanos
y en las mañanas tempranas
sentir tu cadera en mis manos.
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