Soneto Cautivo.-
Enemigos y hermanos
somos desde el instante que nacemos
que si a veces aliados parecemos,
recogiendo intereses ya somos muy tiranos.
Porque grandes envidias tenemos entre manos
siempre que por prejuicios nos amemos,
e incluso nuestra ayuda nos prestemos
viéndonos todos canos.
Si es que educándonos al son de retos
muchos así crecemos como las alimañas
quitándonos el pan hoy de la boca,
al imponer los padres sus respectivos vetos
a base de tremendas artimañas
con las cuales yo creo, que a sufrir hoy me toca.
|