SONETO.-
Si somos doblemente desconfiados
motivos psicológicos tendremos,
y a la evidencia igual nos atenemos
para sentirnos de verdad malvados.
Quien sabe si corriendo descarriados
sin darnos cuenta el tino lo perdemos,
y en peligro después también nos vemos
como cabritos ciegos descarriados.
Por eso yo sin pegas felicito
a quienes hoy compartan partituras
repletas de belleza y muy buen gusto,
que yo nunca jamás mérito quito
si apreciando el sabor de las mixturas
se consigue un legado lindo y justo.-
|