Soneto.-
Con mi viejo violín en bandolera
recorro los caminos de este mundo,
oyendo cánticos de amor profundo
que conmigo conservo en la chistera.
Y no conozco forma ni manera
de cantar un te quiero más rotundo,
que aún tomando menos de un segundo
quizás ninguna dama se ofendiera.
Tampoco existirá mejor regalo
que escuchar una hermosa melodía
de noche y bajo el brillo de la luna,
donde ningún resentimiento malo
dispuesto a molestar se atrevería
a malograr nuestra mayor fortuna.
Luis Perez.-
|