LA PROMETIDA PERFECCIÓN NO EXISTE
La prometida perfección no existe
por más que la persigan los cristianos,
que largando por fe perjuicios vanos
sus argumentos suenan siempre a chiste.
Y es que si a diario la maldad persiste,
será porque de frente los tiranos
vienen actuando al fin como marcianos,
como quien juega al póquer por despiste.
Que siendo amargas hoy las recompensas
la amargura se lleva entre los dientes
al querer reprimir las emociones,
porque al ser las caídas tan inmensas
se pueden confundir los referentes
hasta multiplicar las tentaciones.-
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