Soneto.-
Porque te amé me justifico ahora
por todos los rincones del planeta,
hoy aún aprendida la receta
en mis entrañas tu recuerdo mora.
Y grandes esperanzas atesora
mi mente al presumir de anacoreta,
buscando como loca alguna meta
que digno fuera aún de ti, señora.
Que más daría aún por ser feliz
sin tener que cebar sutiles ritos
bajo la lluvia de cualquier ventana,
donde asomar pudiera la nariz
agitando un montón de leucocitos
quien sabe, de la noche a la mañana.-
|