Soneto Cautivo.
A buenas horas mangas
verdes, hoy tú me vienes con tus quejas,
cuando ni marcas tienes en las cejas
y a vender bien barato te propones tus gangas.
Quizás veas curioso que tocando pachangas
de la realidad mejor te alejas,
porque escuchando locas moralejas
bien te exhibes en tangas.
Quizás muy tarde acudes a la cita
tratando de parar sin razón la tormenta
que rauda se avecina a toda leche,
mientras que tu cerebro nada recapacita
sin importarle mucho ya la afrenta
aunque muy grande sea el temor que le aceche.
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