Me quiero morir de pie
como soldado de plomo
y llevarme en el pensamiento
tus palabras sonoras y al pelo
las fuerza divinas del viento.
Morir con el tiempo muy calmo,
de tu boca un beso en la frente
y un libro abierto en las manos.
Morir en el claro de luna
junto a la vieja cascada
oyendo los lindos poemas
de Lorca, de Acuña y Neruda.
Morir con los brazos abiertos
al cielo, a las aguas y al campo
y ser para entonces amigo
del musgo, las flores y el tiempo.
Morir mirando tus ojos
brillando cual perlas de nácar,
besar tus dedos tan finos
sintiendo del cielo sus brillos.
Pasado el oleaje y las dunas
quedarme luego dormido
sentir de tus besos el fuego
y así exhalar un suspiro.
Un suspiro que baje del cielo
las notas que tiene tu encanto
el musgo enredado en mi sueño
las voces tranquilas del campo,
un suspiro profundo y eterno
con rimas de todos mis versos
que tenga tu piel y tu encanto
el claro fulgor de tus besos.
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