CUANDO A FINGIR SE EMPIEZA...
Cuando a fingir se empieza mal se acaba,
porque la honestidad se debilita
y quien sabe si el ego igual se irrita
cuando la comprensión del ser se traba.
Y es que si a todo el que se ve se clava
quedar podría incluso el alma frita,
al sentir que su propio fluir se agita
fingiendo que soñar tal vez soñaba.
Porque los sentimientos reprimidos
al cuerpo enferman hoy a bote pronto,
al obligarle a andar contracorriente
que duros son los golpes recibidos,
máxime cuando haciéndonos el tonto
viene el toro y nos pilla de repente.-
|