ESCUCHAR AL MADURO ME FATIGA
Escuchar al Maduro me fatiga,
porque diciendo siempre disparates
merece que le corran a tomates
junto a todo devoto que le siga.
Pudiera ser que cuando el hambre obliga
y no existen ayudas ni rescates,
el poder multiplica los regates
aunque al pobre le explote la barriga.
Peligroso se torna el panorama
si los buitres metieran las narices
en busca de negocios suculentos,
mientras tanto la pea por la rama
suea con disfrutar de las perdices
que de fuera le soplan hoy los vientos.-
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