SONETO.-
Una fuente de gran sabiduría
hoy puede manejar el pensamiento,
dándole a los humildes un aliento
que faltos sobrevivan de alegría.
Pues sufriendo el planeta de agonía
no puede estar quien sufre muy contento,
si faltándole igual el alimento
¿de las palabras huecas, quién se fía?
Ojalá que seamos muy prudentes
a la hora de exponer nuestras ideas,
donde muy a menudo la ignorancia
sin tiento ni pudor hinca sus dientes,
con el aval de Dios en asambleas
donde a menudo reina la arrogancia.-
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