Soneto Cautivo.
Mientras no canta el gallo
se dice que no pone la gallina,
aunque luego repite cosa fina
hasta que sus pulmones no den de sobra el callo.
Porque puede ser que sufra de desmayo
imponiendo a la fuerza su doctrina,
viendo que si el castillo no domina
se lo cargará un rayo.
Será porque los machos van primero
jugándose el pellejo incluso en las trincheras
donde si la metralla igual explota,
por los aires vería planear su trasero
viendo que a sus dañadas posaderas
mucho sudor les cuesta encajar la derrota
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