MUJER...
Mujer que en mí tus ojos siempre clavas,
cuidate de ese amor apasionado
que a veces entre rejas encerrado
desprende de sus goznes sus aldabas.
Pues viéndote mover entre olas bravas
cualquiera ya se queda impresionado,
mejor dicho, diría enamorado
sin discernir como evitar las trabas.
Y es que cuando la boca me sorprende
disimulando su mejor sonrisa
hasta los pies me tiemblan del sofoco,
aunque a menudo la belleza vende
sus mejores trofeos de esa guisa
que por la espalda va y te come el coco.
|