No quiero ver si tiene algún sentido
vivir acongojado de por vida,
sin poder nunca dar la bienvenida
al más modesto lujo, sólo pido.
Ni tan siquiera un sueño comedido,
que suponga una estancia entretenida
-lejos de toda ostentación que impida
salir a voluntad lejos del nido-.
Porque mientras la vida no se escurra
huidiza de las manos como un sueño,
yo optaré por la sana sensación
de no saber que todo lo que ocurra
sería sólo parte del empeño,
y no un banal capricho de ficción.
|