OBLIGARME NO QUIERO
Obligarme no quiero ver a tientas
que todo marcha bien segn tus ojos,
pues al ser de provecho tus antojos
bien puedes ahorrarte las tormentas.
De nada sirve calcular las cuentas
echando a tus amores los cerrojos
que con el tiempo le saldrn gorgojos
y no podrs vivir con las afrentas.
De las penas obviamos el recuento
casi siempre, a no ser que el beneficio
nos pueda revertir inesperado
algn que otro tesoro suculento,
y en el cual ya pondramos oficio
para darlo seguro por gafado.
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