SEPARAR NO PUEDO
Separar nunca puedo
la libertad del resto de materias,
que a menudo producen las histerias
cuando algunos políticos salen locos al ruedo.
Y serán cara duras elegidos a dedo,
al engordar sin tino sus arterias
a costa de vendernos las miserias,
con el arma del miedo.
Tampoco es perfecta la democracia
y su coste en quilates pagamos con impuestos
porque tienen la ley hoy de su parte,
tanto que significa una sutil desgracia
que no se puedan encontrar repuestos
siempre que los resortes los manejen con arte.
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