SONETO.-
Aquel que con sus trampas hoy nos mienta
jamás nuestro homenaje se merece,
y que con devoción al santo rece
por si las moscas Lucifer le tienta.
Porque si el beneficio no le renta
y de repente la pasión decrece,
si acaso la retórica le escuece
no llegará con brío a los noventa.
Pues para conseguir sus propios fines
todo el que miente a diario justifica
sin prejuicios sus propias teorías,
a veces disparando sus balines
cuando con corazón se le replica
y trágicas se vuelvan sus manías.-
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