SONETO.-
Con gran cautela escucho yo la historia
escrita por los cautos vencedores,
que llenos de medallas y de honores
de mentiras nos llenan la memoria.
Quedarse no les basta con la gloria,
quizás porque cubriéndose de flores
igual se volverán ejecutores,
de quien caro les puso la victoria.
Así la historia nunca es objetiva
cuando obedece a turbios intereses
según el proceder de los humanos;
cuando de forma falsa y agresiva
por doquier se suceden los reveses
siempre bajo el timón de los tiranos.-
|