SONETO.-
Cumplo sesenta y nueve primaveras
aunque sentir me sienta como un niño,
lo pienso y lo disfruto con cariño
mientras testigo soy de mis flojeras.
Tanto que retozar sin riñoneras
no puedo, y a las pruebas ya me ciño,
que a menudo requiero de un aliño
para cruzar a salvo mil barreras.
Así será que la niñez añoro
y sufro de añoranza y desconsuelo
al sentir que las fuerzas me abandonan,
cuando correr corría como un toro
mientras ahora luzco ya sin pelo
al ver como los años condicionan.-
|