SIGAMOS SIN PREJUICIOS EL SENDERO
Sigamos sin prejuicios el sendero
que si triviales son nuestros pecados,
pasemos de egoístas abogados
que sólo buscan broncas y dinero.
Y es que siendo profundo el agujero
si a ciegas distinguimos los tejados,
incluso con los ojos bien vendados
podría peligrar nuestro trasero.
Será que a nuestra edad tomar altura
conlleva no rendirle a nadie cuentas
si al manejar la trama con soltura,
escapamos con nuestras propias rentas
sin que al hoyo nos lleve la amargura
por absurdas que luzcan las afrentas.-
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