SIGAMOS SIN PREJUICIOS EL SENDERO

Sigamos sin prejuicios el sendero
que si triviales son nuestros pecados,
pasemos de ego�stas abogados
que s�lo buscan broncas y dinero.

Y es que siendo profundo el agujero
si a ciegas distinguimos los tejados,
incluso con los ojos bien vendados
podr�a peligrar nuestro trasero.

Ser� que a nuestra edad tomar altura
conlleva no rendirle a nadie cuentas
si al manejar la trama con soltura,

escapamos con nuestras propias rentas
sin que al hoyo nos lleve la amargura
por absurdas que luzcan las afrentas.-

Luis Pérez