Tres años han pasado
sin tu sonrisa
amado hermano,
se han ido como la brisa
en un suspiro,
en un lampo del camino.
Tres años silentes de tu voz
de tus abrazos, de tu mirada,
de tus caricias y tus besos,
tres años sin tu amor,
sin tus acertados consejos.
Lazos de sangre y amor,
superan cualquier odio y traición,
lazos de sangre y amor,
están en las almas
que insufló con su aliento
el Supremo Hacedor.
Tres años han pasado
sin tu sonrisa
amado hermano,
se han ido como la brisa
en un suspiro,
en un lampo del camino.
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