SONETO.-
LA SOLEDAD NO MATA
La soledad a posta no me mata
porque su compañía me apetece,
porque a su abrigo el alma se envilece
aunque meter se pueda aún la pata.
Así morir podré como una rata,
sin nadie que por mí plegarias rece,
porque mi corazón de fe carece
y la ley del favor tampoco acata.
Ninguna compañía me molesta
aunque a propósito jamás la busco
hasta perder, quien sabe, la cordura,
pues mi actitud de corazón detesta
parecer de repente cruel y brusco
al temer que le pasen la factura.-
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