¿Qué puedo hoy pedirle a la distancia
en mis años de espigas desoladas,
sí, cuando voy perdiendo la partida
en este cuerpo
de los tiempos azarosos de mi vida..?
¿Qué puedo yo exigirle a mis dolencias
cuando navegan por la laguna hermosa
de la noche remota de mis días
donde puse a volar a mis gaviotas
y el sabor sutil de mis esencias?
¿Y qué puedo hacer en un mundo roto
donde el alma destila soledades…?
la inequidad destroza los honores,
la justicia calla
y se escucha el clamor de las verdades.
¿Qué, puedo yo acaso detener el tren
de estulticias y ventiscas pesarosas,
bajarme en el andén
de dramáticos embrujos de las cosas
y abrir puertas del son infeliz y más inmundo?
¿Y acaso puedo en el postrer segundo
componer el tiempo de las rosas muertas
Abrir ventanas
y en las tempestades cerrar las puertas
y ser semilla de germinar oscuro y tan profundo?
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