BUEN CREYENTE
Como no sé manera diferente
de poder afrontar libre mis miedos,
en vano logro desterrar los credos
aunque mi alma lo pida de repente.
Pues sueña con mostrar lo que presiente
a riesgo de incidir en sus enredos,
pues nadie goza de perder sus dedos
sólo porque se crea un buen creyente.
Nunca olvidaré sutil fortuna
de cuando la pasión filtró mis venas
tratando de encontrar mi autonomía,
la que creyese firme y oportuna
de improviso con tantas cosas buenas,
olfateando a tientas la armonía.
|