Te puedo decir te quiero
en la luz, en la penumbra,
con sabor, con alegría
y como gato siamés
estar sentado a tus píes
de noche y también de día.
Bajarte del cielo estrellas
de esas que traen los poemas
y dos huríes perfumadas,
pintar las nubes de nácar
y el firmamento cuajarlo
de hadas también aladas.
Subir las cuestas de oriente
patinando de alegría
abrazando yo a mi Chata
y llevar siempre en los ojos
de mi Tuxtla el panorama
y el sabor de un nuevo día.
Te puedo rendir mi cita
envuelta en mil secretos
como carbones prendidos
y estremecer la distancia
con mi esperanza infinita
en tus ojazos rendidos.
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