SONETO.-
Marea en calma, huele la tormenta,
dice el refrán, que en boca de un marino
al timón se ponía hilando fino
por si la mar cantaba las cuarenta.
Ahora en tierra firme, ya no cuenta
si por estar a salvo en mi camino
el meteo de entonces no previno
que fuese mi pasión tan virulenta.
A saber si el amor no compagina
con las duras ausencias prolongadas
del venturoso lecho conyugal,
pues si la convivencia desafina
las mujeres que están enamoradas
con el tiempo terminan siempre mal.-
|