SONETO.-
Teniendo ya los votos firme asiento,
parece que al corrupto le disgusta
mentar donde golpea con la fusta,
cuando el dueño se cree del convento.
Quien sabe si le falta sentimiento
que hasta el pellejo al corazón se ajusta,
que si sus nalgas toca igual se asusta
cuando cobrar no logra el tres por ciento.
Que al menos el humor nunca se pierda
y que la gente sana pase el rato
compartiendo sin furia su alegría,
que para largo aún nos quede cuerda
y que nunca la crítica del plato
salga si a los oídos hoy chirría.-
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