El herrero forja lindas ventanas
y puertas de ranchos y casas
quita los clavos del alma...
el yunque maneja con calma.
Golpea con martillo los rieles
de trenes de lindas montañas,
los postes que llevan los cables
de luces que nunca se apagan.
Le pone al caballo herraduras
y al potro manzana en la silla
con aire el sudor lo ventila
y come naranjas maduras.
Le puso a mi iglesia campana
y un cepo de acero a la entrada,
hebillas también a mi hermana
y cuchillo filoso a Susana.
Sabe forjar muchas armas:
machetes, pistolas, espadas
y tiene en la boca palabras
filosas y algunas sabrosas.
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