CUANDO LA SOLEDAD DESAPARECE
Sin aceptar favores ni lamentos,
cuando la soledad desaparece
otra oportunidad igual se ofrece,
con la cual cotejar los sentimientos.
Puede que no me sobren argumentos
si presumiendo cuanto me apetece
nadie en el mundo encuentro que me rece
y alimente sin traumas mis alientos.
Si fuera yo el maestro que se niega
tambin la fruta joven de la vida
perdn de Dios reciba, a buen seguro,
pues aunque ser no soy un estratega
tener no tengo ya mejor salida
que asegurarme al fin mejor futuro.-
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