SONETO.-
De muchacho a menudo me decía
que plácida resulta la existencia
si viviéndola a solas y a conciencia
la gozaba también con alegría.
Y es que si de mi sombra me reía
con creces me sobraba prepotencia,
marcando sin cesar la diferencia
que con el resto del ganado había.
Que vueltas da la vida que estraperlo
practicaba mi menda de estudiante
para pagarme algún que otro capricho,
y debo verlo, sí, para creerlo
que persiguiendo luego Dios mediante
esta historia acabé siendo un mal bicho.-
|