NO NACÍ SABIENDO
Yo no nací a propósito sabiendo
sino rompiéndome después los codos,
tanto que de mis cálculos dependo
para zafarme de mis propios lodos.
Pudiera ser que mis principios todos
viciados han de estar por la cultura,
si obligado a lograr mis acomodos
también puedo perder la compostura.
Así un héroe soy si se me apura,
capaz de ver sonidos y escuchar
colores, porque autor de mi locura
nada me comprometo a desechar.
Que si atención no presto ya a la iglesia
me pudiera atraer la sinestesia.-
|