SONETO.-
Con creces he de ser recompensado,
si sufriendo en el campo de batalla
el marón se pasaba de la raya
y mudo me dejaba abandonado.
Seguro que al pasarme de chalado
a solas me acusaba de canalla,
que siendo fuerte aún donde los haya
correr corría como un condenado.
Quizás ajeno de mi atroz locura
corriendo parecía un animal
saltando por la pista cual demonio,
y tanto que al perder la compostura
por el suelo acababa yo tan mal
que prestar nunca pude testimonio.-
|