SONETO CONTINUO.-
Gratitud nos inspiran los favores
a menudo, según la circunstancia,
pues si me remitiera yo a la infancia
por la piel me saldrían los sudores.
Que darlos a probar, de mil amores
los daría, con tino y elegancia,
dejando mi recuerdo en la distancia
sin requerir de salmos ni tambores.
Pudiera ser que haciéndonos mayores
sacándole partido a la constancia
gustar nos gusta echarnos muchas flores,
que si producto son de la ignorancia
a la tumba se irán los resquemores
que justifiquen tanta discrepancia.-
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