Soneto Cautivo.-
Hoy corren por mis venas
grandes dosis de humor y de esperanza,
que no pretendo ver con añoranza
tal vez porque pretenda dosificar mis penas.
Quizás hoy día mucho aprecie mis cadenas
donde se aferre toda mi confianza,
como lo hacían a la vieja usanza
las más bellas sirenas.
Porque quien desmerezca su optimismo
la depresión le acecha oculta en el ropero
donde reposa fiel a sus fortunas,
como ya hiciera víctima del mayor consumismo
aquel tramposo y muy sutil banquero
viendo como pasamos los días en ayunas.
|