SONETO CAUTIVO.-
Ojalá yo supiera
como olvidar el trato recibido,
desde los tiempos que salí del nido
sin verme aún forzado a cambiarme de acera.
Ojalá que ignorarlo sin costes yo supiera,
tanto que sin pudor a Dios le pido
que si adelante fuese convencido
huiré cualquier barrera.
Tal vez no me resigno ya fácilmente
sin más y por la buenas quitándome de en medio
porque la normativa me lo obligue,
pues prefiero dormir hoy sólo bajo un puente
que morir deshonrado en el asedio
aunque a la vuelta vaya y me fatigue.
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